SOLUCIONES
Hipoteca Mixta
Por lo demás, una hipoteca mixta funciona igual que cualquier otra: te permitirá pedir un porcentaje del valor de tasación de tu futura casa –normalmente hasta un 80%-, te ofrecerá un plazo de devolución cuyo tope suele oscilar entre los 30 y los 40 años- y puede tener distintas comisiones, aunque hay bancos que no cobran ninguna: por ejemplo, la comisión de apertura –que se cobra al contratar el préstamo- o la de amortización anticipada –que es la que pueden cobrarte si quieres devolver tu cuota, o parte de ella, antes de tiempo.
Diferencia de una hipoteca mixta, fija y variable
Si estás dudando entre una hipoteca mixta y una fija debes saber que su principal diferencia reside en la seguridad. Con una hipoteca fija disfrutarás de una seguridad (y estabilidad) total, ya que siempre pagarás la misma cuota: desde el primer día hasta el último. Con una hipoteca mixta, disfrutarás de unos años a tipo fijo –normalmente podrás elegir entre 5, 10, 15 o 20 años- y, a partir de ese momento, tu interés volverá a ser variable: es decir, se calculará sumando el euríbor más un diferencial. Por tanto, en función del nivel en el que se encuentre este indicador, tu cuota podría subir o bajar llegado ese segundo tramo.
La principal diferencia entre una hipoteca mixta y una variable reside en el tipo de interés que pagarás: en las variables existe una relación directa entre hipotecas y euríbor, ya que tu cuota siempre se calculará sumando este índice a un diferencial y se revisará cada año para aplicar el nuevo valor que este indicador alcance en ese momento. Con las hipotecas mixtas, durante los primeros años no tendrás que estar pendiente de la previsión del euríbor, ya que pagarás un tipo fijo y, por tanto, siempre abonarás la misma cuota. Ahora bien, pasado ese período, tu cuota pasará a ser variable y, por tanto, también se calculará sumando el euríbor más un diferencial.